Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
El sabio dijo:
- ¡Qué desgracia, Mi Señor!
- Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad
.. y el sultán gritó enfurecido:
- ¡Qué insolencia!
- ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa?
- ¡Fuera de aquí! ¡Que le den cien latigazos!
Más tarde el sultán ordenó que le trajesen a otro sabio para aconsejarle sobre lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
- ¡Excelso Señor!
- Gran felicidad os ha sido reservada.
- El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro al sabio.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo sorprendido:
- ¡No es posible!
- La interpretación que has hecho del sueño es la misma que el primer sabio.
- No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
El segundo sabio respondió:
- Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice.
Como podemos apreciar en este cuento, es sumamente importante la forma en que decimos las cosas. Al igual que el segundo personaje del cuento (sabio), podemos decir lo mismo pero con un sentido distinto utilizando palabras más sabias para ello. “Pensar antes de hablar”.
Pensemos siempre la mejor manera de decir o pedir algo; sobre todo cuando lo que tenemos que decir puede resultar desagradable para otras personas ¿Cómo nos gustaría que nos dieran a nosotros tal o cual noticia?
Con relación a este mismo tema, les comparto este cortometraje; en la historia que nos muestra, podemos apreciar la importancia de expresarnos con la forma y las palabras adecuadas. “En el pedir esta el dar”…
Lo comparto con mucho cariño.
Siria Grandet -Consultora de Feng Shui Clásico y Astrología China (BAZI)
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